El Camino de pies y manos, te llevará a dominar las técnicas de defensa y ataques con brazos, manos, piernas y pies, al mismo tiempo y sin darse cuenta los pequeños forman su carácter a través de la práctica de valores como la disciplina, respeto, amor y justicia.
Con la práctica del combate nuestros taekwondoines aprenden analizar al contrincante, no tomando prisa en atacar, estudiando la fuerza y habilidades del oponente; nunca subestimando ni haciendo menos el daño que alguien podría causar, manteniéndose siempre alerta y encontrando sus puntos débiles, para finalmente atacar y concluir el combate. Ocurre de la misma forma en los problemas o inconvenientes que surgen en la vida cotidiana, un taekwondista aprende a enfrentarlos de forma asertiva.